Publicado el 2022-09-22 en Cps

¿Ansiedad? Rompiendo la etiqueta

Por: Gabriel Herrera Mora, psicólogo del Centro de Orientación Psicológica de la UNLA

 

A partir de la actividad que el Centro de Orientación Psicológica llevó a cabo el día 30 de agosto en el Auditorio Rector Enrique Luengo González, en el marco de la campaña «Reescribiendo mi ansiedad», con el título: «¿Ansiedad? Rompiendo la etiqueta», tenemos el interés de promover en ti un aprendizaje en torno a este tema. Si no pudiste acudir, compartimos en esta entrada de blog un significativo resumen que te permita analizar pautas para su identificación, comprensión y actuación; de modo contrario, si acudiste a dicha charla, es valioso que puedas consolidar lo aprendido con lo descrito a continuación.

 

Introducción

¿Alguna vez te has preguntado «¿por qué siento ansiedad?»? ¿O alguien cercano a ti se ha preguntado «¿cómo puedo evitar sentir ansiedad?»? ¿O has escuchado mencionar: «me enfermé de ansiedad y no podré ir a clases»? Pero si se enfermó de ansiedad, ¿quién lo contagió?

 

La ansiedad es un tema que ha tomado mucha relevancia en los últimos años, tanto, que se le ha dado diferentes significados en espacios como redes sociales, blogs, artículos, etcétera. Los cuales en ocasiones han atribuido o restado información considerable, tergiversando su verdadera razón de ser, e incluso difundiendo información totalmente contraria a lo que en realidad es, por ejemplo, hasta compartir estrategias para su control. Por ello, es que surge la necesidad de responder a la siguiente pregunta:

 

 

¿Qué es la ansiedad?

De acuerdo con Parada (2009), la ansiedad es la reacción emocional producida por señales de peligro o amenaza, desencadenadas por situaciones que pueden favorecer su aparición. Es la anticipación de una potencial consecuencia negativa y se produce cuando se prevé la amenaza, pensando en lo que va a suceder y tratando de prepararse para hacerle frente.

 

Recuerda que las emociones son reacciones innatas que experimentamos ante eventos o situaciones relevantes. Estas emociones nos ayudan a optimizar el procesamiento de la información, lo que nos permite identificar y tener claras nuestras metas, así como la forma en la que actuamos para obtenerlas. 

 

Entonces, ¿la ansiedad no es una enfermedad?

No. Es importante identificar que existen trastornos asociados con la ansiedad, sin embargo, es vital reconocer que un trastorno es un patrón de conducta clínicamente significativa, asociada al malestar y/o discapacidad, demostrando disfunción psicológica o biológica. Por lo tanto, un trastorno describe una serie de comportamientos y emociones que tienen los seres humanos, mas no explica la razón de sus interacciones.

 

Entre los trastornos más comunes podremos identificar:

 

Agorafobia: evitar el temor que se experimenta en situaciones o lugares donde da la impresión que es difícil escapar.

 

Fobia: miedos injustificados a objetos o situaciones en específico.

 

Trastorno de angustia: se experimenta una crisis de angustia, sintiendo inquietud por la posibilidad de sentir más. 

 

Relacionados con el estrés: respuestas ante diversas situaciones que provocan estrés.

 

¿Cómo manifiesta mi cuerpo la ansiedad?

Podrás observar actividad en los siguientes sistemas orgánicos:

 

Cardiovasculares: palpitaciones, pulso rápido, tensión arterial elevada, accesos de calor.

 

Respiratorios: sensación de sofoco, ahogo, respiración rápida y superficial, opresión torácica.

 

Gastrointestinales: vómitos, náuseas, diarrea, molestias digestivas.

 

Genitourinarios: enuresis, eyaculación precoz, frigidez, impotencia.

 

Neuromusculares: tensión muscular, temblores, hormigueo, dolor de cabeza tensional, fatiga excesiva.

 

Neurovegetativos: sequedad de boca, sudoración excesiva, mareo y lipotimia.

 

¿Qué me podría hacer sentir ansiedad?

Existen dos tipos de factores:

 

-Los internos, donde estarán los sesgos en el pensamiento o recuerdos que evoquen una situación similar. Por ejemplo: «¿y si repruebo el examen de mañana y mis papás me castigan?»; «soy una persona fracasada porque saqué 6 en el examen»; «yo pienso que las personas se están riendo de mí»; etcétera.


-Los externos, que estarán asociados a lugares, personas, objetos, eventos y situaciones específicas. Por ejemplo: exponer en clase; las arañas; asistir a una fiesta, conocer gente nueva; etcétera.

 

 

¿Qué estoy haciendo para no sentir ansiedad?

Seguramente has realizado actividades de evitación o escape, ayudándote a reducir el contacto con el presente vinculado con la historia personal, siendo así que favorezcas los daños de la vida real, pues impides que se desarrollen nuevas formas de afrontamiento que se acerquen a lo que importa. Posiblemente, has utilizado frases como: «le diré que tengo mucha tarea para no conocer a su familia» (evitación); llegas a la fiesta y dices «hay mucha gente, mejor me voy» (escape).

 

¿Qué estoy haciendo cuando aparece la ansiedad?

 

  1. Se identifica un elemento que la detone. Ejemplo: un examen.
  2. Se activa una reacción emocional o fisiológica. Ejemplo: ansiedad, sudoración de manos, malestar estomacal, dolor de cabeza, náuseas, etcétera.

  3. Para no sentir la activación se recurre a la evitación o al escape. Ejemplo: ver una serie, revisar redes sociales, salir con personas, dibujar, etcétera.

  4. Logrando que se disminuya el malestar. Ejemplo: «ya no tengo ansiedad, bajaron mis respuestas emocionales y fisiológicas».

 

El resultado será inmediato, pero, es paliativo, hasta que no se presente de nuevo el elemento (examen) surgirá el malestar, su forma de evitar y la respuesta inmediata, lo cual, no hará que se resuelva la respuesta a la activación emocional y/o fisiológica.

 

 

¿Qué es necesario hacer con mi ansiedad?

 

Lo importante será aceptar cualquier respuesta emocional y fisiológica. Recuerda que las emociones aportan información relevante sobre el establecimiento de metas y cosas que los seres humanos valoramos, de tal forma, nos ayudan a comunicarle a los demás nuestras propias necesidades, por lo tanto, nos permiten tener una organización mental, física y conductual para actuar cuando ocurre algo relevante, dándole profundidad y sentido a la vida.

 

 

Recuerda que las emociones, aun cuando resulten desagradables, no son una enfermedad. Por último, te sugerimos estés al pendiente de las actividades que se llevarán a cabo durante el semestre enmarcadas en la campaña: «Reescribiendo mi ansiedad». 

 

Referencias:

Asociación Estadounidense de Psiquiatría. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5). 5° ed. Madrid: Editorial Médica Panamericana.

Corona, Z., Cruz, J. y Reyes, M. (2017). Duelo: tratamiento basado en la terapia de aceptación y compromiso (ACT). CDMX: Editorial El Manual Moderno S.A. de C.V.

Parada, E. (2009). Psicología y emergencia: habilidades psicológicas en profesiones de socorro y emergencia. España: Editorial Desclee de Brouwer.

Reyes, M. y Tena E. (2016). Regulación emocional en la práctica clínica, una guía para terapeutas. CDMX: Editorial El Manual Moderno S.A. de C.V.

 

 

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