Publicado el 2021-01-08 en Vinculación Y Formación Social

Hacia un Plan de Manejo de Residuos UNLA

Por Selene Arroyo Guerrero

 

Muchas veces pensé que escribir un artículo sobre la problemática ambiental era tarea para los estudiosos en el tema como mi querido amigo, el Dr. Rafael de Jesús Huacuz Elías, Coordinador de la Maestría en Planeación y Ordenamiento Territorial Sustentable, escritor frecuente de esta revista, entre otros profesionales UNLA con estudios enfocados en temas de medio ambiente. Sin embargo, sin ser especialista en el tema, hoy me atrevo a escribir bajo una óptica quizá ignorante, quizá soñadora, pero con la convicción de que los incultos sobre los temas medioambientales como yo, también podemos aportar, ya que somos responsables y sabemos que las pequeñas acciones, esas decisiones que tomamos todos los días, las que hacemos como simples mortales nos afectan a todos y lo más interesante es que en nuestras manos está hacer un alto y modificar lo necesario.

 

 

No hay que ser un experto para darnos cuenta de que el mundo está rancio, que el clima ya no es el mismo, que en un mismo día podemos tener todos los climas de las estaciones del año (frío, calor, lluvia, humedad, arcoíris, sol, neblina, oscuridad) y qué decir de los acontecimientos que nos recuerdan lo vulnerables que somos, las tormentas que se vuelven huracanes de manera imprevista, las ráfagas de viento, las inundaciones, las sequías, los incendios, los ríos desbordantes y las ciudades bajo el agua. Las estadísticas sobre Salud continuamente nos actualizan cifras escalofriantes que nos muestran un declive; enfermedades provocadas por la revolución verde de los agroquímicos, cáncer, diabetes, enfermedades cardiacas y respiratorias, dengue, paludismo, malaria, cólera, desnutrición, asma, entre otros. La problemática social no es ajena a este panorama de la crisis ambiental que no es nada alentadora cuando escuchamos sobre migración, hambrunas, enfrentamientos armados, suicidios, divorcios, desintegración familiar, abusos, violencia familiar, violencia en las calles, desigualdad y pobreza solo por mencionar algunos.

 

En el pasado número 118 de NEXUM, el Dr. Huacuz nos comparte una “advertencia mundial” hecha por una comunidad internacional de más de 1500 científicos que señalan “la necesidad de buscar una profunda transformación de nuestra relación de vida y consumo de recursos del planeta, si queremos evitarle una tragedia a la humanidad”, ¡qué miedo! Exponen también que “los seres humanos estamos en rumbo a una colisión inminente y potencial”, ¡más miedo! En resumen, como lo dice también el comic con que se ilustró su artículo: ¡Estamos destruyendo nuestro planeta! En palabras más coloquiales: ¡Nos lo estamos chingando!

 

 

Muchos podemos pensar que no podemos hacer nada, que el mundo y sus decisiones de poder se toman en New York, en Ginebra o en lugares que ni siquiera conocemos y que algunos como yo, no sabemos ni pronunciar. Y quizá hay algo de cierto en esto, quizá hay miles de situaciones en las que no tenemos control, sin embargo, es claro que no podemos quedarnos con los brazos cruzados, es una aberración hacerlo.

 

Desde hace mucho tiempo, he tenido la inquietud de saber a dónde van a parar mis residuos y cuando empecé a conocer al respecto, me sentí avergonzada y decidí llevar a cabo algunas prácticas sobre la responsabilidad de mis desechos que puedo hacer como una simple mortal y que no requieren de mucho esfuerzo. He intentado compartir mi experiencia de una manera un tanto pasiva por las críticas, las burlas y la resistencia de mi entorno, sobre todo con mis compañeros de trabajo. Ante el desgaste anímico que esto representa, me limito a observar y obviamente mi alcancé ha sido muy, muy limitado.

 

Me encanta creer en los dichos y hay uno que dice: “Cuando el alumno está listo, el maestro aparece”. Así me ocurrió. Hace algunos meses tuve la fortuna de conocer al Ing. Gustavo González, Director del Museo de Residuos SOS de nuestra ciudad y gracias a su entusiasmo, creatividad y generosidad de compartir su experiencia sobre las problemáticas del manejo eficiente de los residuos, me brindó primero la confianza de saber que sí podemos tener un mayor alcance para hacer un proyecto a favor de nuestro entorno UNLA y segundo, me demuestra que está con toda la disposición y generosidad que lo caracteriza para arrancar un Plan de Manejo de Residuos en nuestra institución.

 

Personalmente creo que es una excelente oportunidad para involucrar a nuestra comunidad en general, alumnos, docentes, padres de familia, directivos, directores, personal de todas las áreas administrativas y de servicio y público que nos visite, a que seamos responsables del manejo de nuestros residuos. Aunado a esta vinculación, nuestra Rectora, la Mtra. Mariana Sosa Olmeda, tuvo la visión de sumar a la UNLA como sede para recibir a Bea Johnson en su gira por nuestro país quien es la creadora del concepto “Residuo Cero”. Esta conferencia se llevará a cabo en nuestro auditorio institucional el día 17 de enero 2020 a las 18:00 horas, donde escucharemos su experiencia personal de cómo fue migrando de un estilo de vida de producción de residuos insostenible a prácticas responsables de consumo y los beneficios que brinda el estilo de vida “Residuo Cero”.

Comparto con ustedes unos pequeños tips que no requieren que conviertan su vida en procesos tediosos, complejos y aburridos. Yo no tuve que ponerme un hábito de monja para ser buena persona y hacerlo. Solo fui un poco más conscientes, detener un poquitín el acelere cotidiano de la vida y darme cuenta de que sí tengo el poder para hacer mucho más de lo que creía. Empecemos por rechazar lo que no es necesario en nuestra vida, echemos un pequeño vistazo a algo muy cotidiano: el plato desechable donde comemos la quesadilla que devoramos en no más de 5 minutos; el delicioso gazpacho que sirven en vaso de plástico, con cuchara de plástico, que tapan con otra bolsa de plástico que sujetan con una liga de hule y luego, amablemente, lo introducen en otra bolsa de plástico, y si además fuimos generosos en ir a comprar el de los cuates nos dan otra bolsa también de plástico para cargar un montón de basura que obviamente tiraremos en el primer “bote de revoltura” que tengamos a la vista. Aunque ya están reduciendo el uso, todavía hay supermercados en los que te entregan la mercancía en bolsas de plástico. Bebidas refrescantes en envases plásticos no retornables que además solo te aportan azúcares que no favorecen la salud y peor aún si tu bebida incluye un popote. Rechaza también todos los productos promocionales de cualquier evento cultural, deportivo, artístico o educativo que no son necesarios en tu vida (folletería, tarjetas de presentación). Rechaza el uso de las envolturas de regalos, sobre todo en épocas mercadológicas para consumir de manera insostenible: Día de Reyes, 14 de febrero, Día de las Madres, Día del Padre, Fiestas Patrias, Día de los Abuelos, intercambios navideños, entre otros. Rechaza el uso de desechables en cualquier evento que participes.

 

Podemos reducir lo que sí necesitamos y que no está dentro de lo que podemos o estamos dispuestos a rechazar. Se puede reducir el consumo en prendas de vestir o calzar, en equipos de tecnología de vanguardia, quizá también buscar alternativas de consumo a granel en lugar de envasados. Cada uno sabemos en qué podemos reducir nuestro consumo.

 

Es muy común que confundamos los términos de reutilizar y reciclar. Para fines prácticos, yo los entiendo así: reutilizar es el proceso de usar prolongadamente la vida útil de un producto en su forma original hasta que llegue a su máximo nivel de uso y entonces sí lo pasemos al siguiente punto, que sería reciclar, para que pase por un proceso en el que lo incluyan en un nuevo producto o si no es el caso, pase como desecho al relleno sanitario.

 

Y pasemos al punto más emocionante de todos: compostar. Frecuentemente me ocurre que veo a alguien con un plátano en sus manos mientras lo consume y disfruta de su exquisito sabor, pero cuando esa cáscara ya no tiene la fruta y empieza a oxidarse se convierte en una cosa horrorosa que casi nadie quiere tocar. Al revolver los residuos de alimentos en casa con los desechos de residuos sólidos, eso es una revoltura que difícilmente permite que se aprovechen los materiales y en su gran mayoría se va al relleno como basura. En el pasado número 118 de NEXUM, el Ing. González nos apoyó con una guía para hacer composta, revísenlo, quizá haya algo que les suene práctico o en las redes sociales también hay muchísima información. Este paso, al igual que los demás, solo requiere de un compromiso con usted mismo y con el medio ambiente.

 

Los habitantes de este universo llamado UNLA tenemos el compromiso de estar informados y capacitados y no porque haya una norma o una ley que nos obligue, es que ya no hay opción. Debemos tomar conciencia de nuestro paso por este mundo y hacernos responsables, al menos, del manejo de nuestros residuos, porque son nuestros, de nadie más. Seamos solidarios y amorosos con nuestro planeta. Seamos ECOUNLA.

 

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