El diseño interdisciplinario como base para la innovación

Por Carla Romero Horta

Alumna de cuarto semestre de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la UNLA

 

El diseño, en palabras de Maurits Montañez, no se debe atribuir solo a las personas que estudian dicha carrera, sino a una metodología que se puede aplicar a problemas inspirados por las necesidades humanas y orientados hacia una sustentabilidad triple: económica, ambiental y social.

 

Montañez, experto en Diseño Estratégico y Administración de Empresas, radicado en París; compartió con nuestra comunidad universitaria que, a fin de trabajar cualquier proyecto, independientemente de su naturaleza; es conveniente que este trate de resolverse mediante la innovación e impacto social, lo cual, en su caso, lo llevó a experimentar escenarios internacionales. 

 

 

En su charla, «Diseño interdisciplinario para innovación en cultura, tecnología e industrias creativas», comprendimos que su labor «combina disciplinas, para crear nuevas maneras de promocionar el arte y la cultura, desarrollar la creatividad, el pensamiento crítico y las habilidades del siglo XXI, así como impulsar el cambio hacia futuros deseables».

 

Haciendo hincapié en la importancia de una formación variada y multidisciplinaria, el fundador de Manuvo, empresa nacida en 2010, dedicada a la generación de contenidos y plataformas dirigidas a la difusión de la cultura y el arte; platicó que, además de Diseño y Administración de Empresas, estudió Ingeniería en Sistemas Computacionales. 

 

Acerca del origen de Manuvo: el proyecto empezó durante el tiempo en el que las redes sociales se hicieron más presentes en la vida de las personas y, de manera simultánea, surgió la explosión de los dispositivos móviles, debido a su transportabilidad. Todo esto lo observó Montañez, y se preguntó: ¿cómo utilizarlo para fomentar la cultura? Manuvo fue su respuesta, ya que la empresa se dedicó a combinar y utilizar la tecnología digital emergente, a fin de participar de forma activa en la cultura, el arte y la educación en México. 

 

Uno de sus productos más importantes y exitosos ha sido el libro interactivo que realizó en colaboración con diferentes editoriales prestigiosas. Manuvo empezó con la creación de cuentos para niños, teniendo por objetivo promocionar la creatividad, mejorar habilidades de escritura, matemáticas básicas, comprensión, etc. Se imprimió un aproximado de trescientos libros que luego formaron colecciones completas, haciendo del aprendizaje algo más lúdico, didáctico y, sobre todo, menos intimidante. Además, la empresa trabajó con importantes instituciones, como CONACULTA y el Centro Cultural de España en México, a fin de proteger, preservar y compartir documentos oficiales del patrimonio de nuestro país.

 

 

De la misma manera, se involucró en la creación de plataformas de catálogos bibliográficos de museos, con el objetivo de llevarlos, por ejemplo, a las escuelas. Transportaba el museo hasta el lugar donde se necesitaba. Así, Manuvo no solo logró darse a conocer en el ámbito nacional, sino también en el internacional, pues diseñó y conceptualizó interactivos de sala, que utilizaban pantallas grandes, para crear experiencias pedagógicas y dinámicas.

 

En 2012, la empresa cobró renombre por su colección de apps sobre poetas mexicanos y latinoamericanos, ya que creó un mini museo digital, en el que las personas podían escuchar las voces de los autores originales o voces inéditas que leían poemas. También construyeron experiencias de 360°, por ejemplo, del cuarto donde escribía Amado Nervo y códigos QR, a fin de que en los museos se les diera información a las personas sobre las piezas que visualizaban.

 

Manuvo también trabajó en un proyecto titulado Kernaia, cuyo propósito era la preservación, difusión e inclusión de las lenguas indígenas en el entorno digital. Montañez, considera que lo importante de este proyecto fue que la empresa únicamente actuó como facilitador, pues las comunidades lo diseñaron a partir de los conocimientos que Manuvo les aportó mediante talleres.

 

Map to the stars es el proyecto más reciente de la empresa. Consiste en una colaboración con instituciones europeas para desarrollar tecnología que ayuda a que los profesores faciliten sus lecciones, haciéndolas dinámicas gracias a la danza, que, a su vez, se enseña a través de tutoriales con expertos. 

 

Finalmente, nuestro invitado especial manifestó que, sin la ayuda de los equipos multidisciplinarios que conformaron cada uno de los proyectos, estos no podrían existir. Concluyó exponiendo algunas tendencias del mundo actual, a fin de que los y las chicas de Ciencias de la Comunicación, Diseño de la Comunicación Gráfica y Mercadotecnia innoven y aporten a su sociedad. 

 

¿Qué hace falta para colaborar en los retos del presente y futuro? Maurits respondió, «La idea de que los expertos pueden resolver todo tipo de problemas es anticuada y poco cierta. Se debe saber diseñar, ya que es el lenguaje común que todos podemos comprender, por medio de él, se entiende para quién se diseña, cuáles son las necesidades humanas, etc. Las experiencias humanas también aportan a la innovación». Su invitación final: atrévete a diseñar y crear tus propias historias, los grandes negocios no son los que se proyectan con el signo de pesos, sino los que se suman al cambio social.

 

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