Por Mtro. Roberto González Rodríguez, docente de la UNLA
¿Qué es el otro? ¿Cómo definimos a esos otros? ¿Desde dónde los definimos? La otredad plantea un escenario complejo, punto de encuentro entre la antropología y la psicología. La antropología se encarga de estudiarla desde su complejidad, como concepto histórico, evanescente y al mismo tiempo generador de alteridades que se reflejan y expresan en el espacio social (prácticas, interacciones, fenómenos, tensiones). Es a partir de cómo definimos al otro que interpretamos el mundo para así dotarlo de una estructura.
Por su parte, desde la psicología, la otredad se convierte en un complemento más del enigma que plantea ese otro dispuesto frente a nosotros. A veces reflejo, a veces contradicción, la figura del otro se convierte en un intrincado laberinto dispuesto a la interpretación y análisis, que parte más allá de la simple observación del sujeto.
En este sentido, me resulta por demás enriquecedor la intermitencia de ambas disciplinas para así, entretejer diálogos, críticas, disonancias y reflexiones entre ambos polos. Cada encuentro en el aula se convierte en una placentera discusión entre saberes, opiniones, contrapuntos, paradojas y desconciertos que terminan por complementar el proceso de construcción de conocimiento. Así, el salón de clase se transforma en un laboratorio de reflexiones a partir de la alteridad, lo distinto, lo diverso, lo aparentemente lejano que también se vuelve parte de nuestra proximidad. Es decir, comprender que, en gran medida, somos gracias a los otros.
No obstante, para poder abrazar dicha reflexión es necesario cuestionar bajo una mirada crítica y preguntarse lo siguiente: ¿desde dónde estamos trazando los límites que marcan las diferencias entre el yo y el otro?, ¿desde dónde construimos las fronteras entre el privilegio y la carencia?, ¿desde dónde se traza una línea que divide lo normal, de lo fuera de norma? Hacer este tipo de preguntas, situar la mirada consciente desde la posición en que se juega, es parte de un proceso de correspondencia, un concepto que plantea el antropólogo Tim Ingold (2017), desde la emergencia, la necesidad de pensarse, no como sujetos que se sirven del mundo, sino de sujetos que habitan en correspondencia con el mundo, con otros seres, con otras especies, con lo otro.