Publicado el 2021-04-23 en Maestría

Porqué estudiar la maestría en Planeación y Ordenamiento Territorial Sostenible

Por Salvador García Espinosa



Hoy en día vivimos en un mundo urbano, 6 de cada 10 personas que habitan en el planeta residen en una ciudad, por esta razón. En México, el carácter urbano se acentúa, pues 8 de cada 10 mexicanos vive en una ciudad. Desde esta realidad, los principales problemas que enfrentamos como civilización, deberían de ser conceptualizados desde la perspectiva de la ciudad.

 

En el caso de nuestro país, hay que recordar que el Estado Mexicano se estructura a partir de tres elementos constitutivos: territorio, población y gobierno; este último está dividido en tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Sin embargo, el Poder Ejecutivo resulta ser el más importante por la suma de facultades que le otorga la Constitución Política, pues el presidente resulta ser a la vez el Jefe de Gobierno. Es decir que las funciones de naturaleza política están estrechamente ligadas a las de carácter administrativo.

 

 

Esta doble función queda por demás evidente en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal (LOAPF), donde en su Artículo 1º define que la estructura centralizada estará́ integrada por la Presidencia de la República, las Secretarías de Estado, los Departamentos Administrativos y la estructura descentralizada la conforman aquellas empresas de participación estatal, instituciones nacionales de crédito, fideicomisos y todas aquellas comisiones que se conformen.

 

Lo anterior ha propiciado que, en el caso de México, se tenga muy arraigada una visión sectorial del país y en particular de las ciudades a partir de problemáticas específicas de sus componentes, como sería el caso del transporte, comunicaciones, agua potable, economía, empleo, hacienda, seguridad pública y un largo etcétera; que generalmente corresponderá a la estructura de la administración pública en turno. De aquí, que cada presidente de la República, cada gobernador o presidente municipal, pueda crear dependencias o secretarías de acuerdo a su interés, con el objetivo de emprender o impulsar políticas específicas. Así han surgido dependencias para atención específica de migrantes, mujeres, jóvenes, etc.

 

Esta libertad para priorizar la atención de algunos temas resultaría más benéfica si se buscara integrar la visión global y sistémica de los problemas. Desafortunadamente la experiencia nos dice, que el presupuesto se ejerce desde cada una de las secretarías o dependencias, bajo objetivos particulares, que en muchos de los casos resultan contradictorios en el territorio. Así, es común ver que se pavimenta una calle y luego se introduce la infraestructura; que se autoriza la construcción de un distribuidor vial y después se enteran del impacto ambiental por la poda de miles de árboles que implicó la autorización de dicha obra e infinidad de casos que día con día observamos los ciudadanos. Tal parece, que esta visión sectorizada de la realidad, es una de las causas que no se resuelvan los problemas e históricamente siempre se enuncien los mismos problemas, cada vez más graves, porque a pesar del paso de las administraciones municipales, estatales o federales siguen sin solución. 

 

La experiencia internacional nos indica que los problemas más significativos deben enfrentarse desde una perspectiva integral y no sectorial, como ejemplo tenemos el cambio climático y la sustentabilidad. Fue necesario el concurso de científicos de todas las disciplinas para poder abordar la problemática de forma global y determinar los límites planetarios como el referente de monitoreo mundial.

 

La Agenda 2030 o los Objetivos para el Desarrollo Sostenible, identifica como aspectos prioritarios de la problemática fin de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, ciudades y comunidades sostenibles, trabajo y crecimiento económico, etcétera. agua, ciudades sostenibles, etcétera: La integralidad del enfoque está manifiesto, de hecho, de las 169 metas que se establecen en los 17 objetivos, 109 metas, es decir el 65% del total se encuentran vinculadas directa e indirectamente al territorio.

 

El concepto propio de la sustentabilidad debe ser entendido como un estado de equilibrio entre las dimensiones social, económica y ambiental, pero además en dos dimensiones: la espacial, en este caso la ciudad y en la temporal, pues se trata de garantizar las mejores condiciones de vida para las generaciones futuras.

 

En este marco general, sintetizado en las líneas arriba, es que los estudios de la maestría en Planeación y Ordenamiento Territorial, adquieren sentido y relevancia, pues en ella se busca formar expertos que, en el ejercicio de su profesión, sean líderes al enfatizar el valor del territorio como el escenario en el que se sintetiza la existencia del ser humano y como aquella perspectiva que permite integrar a todas las disciplinas bajo un solo objetivo: el ordenamiento del territorio para hacer posible la sustentabilidad de las ciudades y del planeta. Bienvenidas todas las disciplinas a este programa de maestría. 

 

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