Publicado el 2021-02-17 en Internacionalización Y Movilidad

¿Eres un ciudadano global?

Por Diego Prado Pérez

 

Desde la antigüedad, todos los seres humanos nos hemos organizado en grupos o comunidades, ya sean grandes o pequeñas, con las cuales compartimos creencias, valores, ideologías, así como cultura e identidad. Bajo esta premisa, es entonces como actualmente vivimos en una “sociedad” la cual tiene necesidades de tipo económico, político, religioso, social y cultural. 

 

 

Hoy día existen cada vez menos barreras físicas y de comunicación, las cuales demandan que, como ciudadanos de una sociedad, nos involucremos mucho más en los eventos que ocurren en otros países además del nuestro. De aquí surge un concepto clave: ciudadanía global. 

 

Para aquellos que quizás no se encuentren familiarizados con el término, podríamos definir a un ciudadano global cómo aquella persona que comprende su rol en la sociedad y el mundo, que es capaz de trabajar activamente con otros con el objetivo de construir un planeta más justo, más sostenible y sobre todo más pacífico.

 

Plantear un concepto de ciudadanía como este implica que, como lo indica Torres (2015), los individuos como ciudadanos globales comprenden sus derechos y responsabilidades en tres aspectos básicos como lo son: la política, la economía y la sociedad; pero no solo de su comunidad sino más bien, de la sociedad global sobre las cuales existe una conexión.  

 

Pero, ¿cómo se puede conseguir esto? 

 

La respuesta se encuentra en la educación y las universidades. Estas últimas tienen un rol crucial en este aspecto, ya que son estas las formadoras de ciudadanos que tienen funciones y papeles fundamentales dentro de la sociedad a través del conocimiento, destrezas y habilidades que transmiten.

 

Por lo que, primeramente, las universidades deben de plantear planes de estudio que permitan a los estudiantes tener una perspectiva global sobre cuestiones que afecten a la sociedad. 

 

La UNESCO (2015) en su manual: “Educación para la ciudadanía Mundial, temas y objetivos de aprendizaje” indica que este tipo de educación polifacético debe de abarcar tres dimensiones conceptuales, que son:

1. Cognitivo: referente a la adquisición de conocimientos y al fomento de la comprensión y pensamiento críticos sobre cuestiones de carácter local, nacional, regional y mundial. 

2. Socioemocional: el cual hace hincapié al sentido de pertenencia a una humanidad común, es decir, con los mismos valores y con respeto a la diversidad. 

3. Conductual: quizás, el más relevante de los tres, el cual indica que se deben tomar acciones eficaces y responsables en el ámbito local, nacional y mundial con miras a crear una sociedad mucho mas equitativa y sostenible.  

Una manera de comenzar a crear ciudadanos globales, como ya se mencionó, sería directamente en las aulas, a través de cursos que permitan a los estudiantes comprender la gran diversidad de culturas, idiomas, identidades y maneras de ver el mundo al analizar, opinar y proponer soluciones a temas que requieren nuestra atención, por ejemplo: equidad de genero, circulación de personas, derechos humanos, pluralismo religioso, desarrollo económico sostenible, entre otros. 

 

El objetivo de tener educación de este tipo es crear nuevos conocimientos que tomen en cuenta la manera en la que el mundo está cambiando, donde hay diversas estructuras sociales que interactúan entre si, y que, sobre todo, ayuden a desarrollar interés y empatía con respecto al prójimo. 

 

En consecuencia, los estudiantes son capaces de interactuar con otras culturas y maneras de pensar diferentes, tomar decisiones críticas, fundamentadas y sobre todo con miras al beneficio común. 

 

Aunque la educación con este enfoque exige un uso de metodologías tradicionales y otras no tanto, técnicas tan sencillas como un debate, una mesa redonda o un juego de roles son algunos de los instrumentos que podrían ayudar a los estudiantes (e incluso a los profesores) a ser más conscientes que, como sociedad, vivimos en una “red interconectada” donde nuestras acciones y decisiones tienen un impacto local, nacional e incluso internacional. 

La Universidad Latina de América actualmente ofrece clases como Global Understanding (completamente en inglés), donde los participantes conviven no solo con otras culturas tan cercanas como las latinoamericanas o tan lejanas como las asiáticas, sino con estudiantes de todo el mundo, donde se discute y participa en proyectos colaborativos de alto impacto que proveen a los participantes de experiencias globales que les ayudan a obtener destrezas, conocimientos y sobre todo la adaptabilidad y empatía tan necesarias en una sociedad global e interconectada como en la que vivimos hoy. 

 

Infórmate en el área de Internacionalización y Movilidad Académica sobre los cursos disponibles para el siguiente periodo y cómo puedes participar.

 

Referencias: 

  1. Torres, Carlos Alberto (2015). Universidades globales y ciudadanía global. Universidades, (64),23-30. ISSN: 0041-8935. Disponible en:   https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=373/37339256004
  2. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (2015). Capítulo 1. En Educación para la ciudadanía mundial (14-15). París, Francia: UNESCO.

 

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