Publicado el 2022-10-01 en Maestría

Ciudad, historia y tradiciones

Por: Rafael de Jesús Huacuz Elías, Coordinador de la maestría en Planeación y Ordenamiento Territorial de la UNLA

 

En septiembre, nuestra capital michoacana se viste con los colores que identifican a nuestras fiestas patrias. Esto mismo ocurre en las demás ciudades del país que, como Morelia, hacen remembranza a la Independencia de México. Todas ellas lucen los colores de la bandera nacional: verde, blanco y rojo, y respetando desde luego la «Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales», que fue publicada el 8 de febrero de 1984 y regula las características, el uso y la difusión de los símbolos patrios.

 

El fuerte simbolismo patriótico permite a los individuos de nuestra sociedad orientar sus actos y creencias hacia la priorización de aquellas cosas que consideran importantes destacar de nuestra cultura. Es a partir del establecimiento de hechos y acciones trascendentales de nuestra sociedad que construimos la Historia para que, con el tiempo, esta llene la agenda cívica y sea parte de la vida cultural de nuestros pueblos.  Es decir, lo que la antropología social denominó inicialmente como la interpretación de la cultura a través de sus símbolos y, posteriormente, la sociología norteamericana bautizaría como el interaccionismo simbólico.

 

 

La ciudad es un receptáculo de historia y cultura que se transforma y perpetua de generación en generación. El nacimiento de nuestras ciudades es en sí mismo un hecho histórico que, con el paso de los años, se convierte en una tradición para ser celebrada por su población bajo el auspicio de sus autoridades. No obstante, en nuestras ciudades podemos encontrar infinidad de rincones que han consumado hechos históricos. Por los muros de nuestras ciudades o entre sus callejones aún resuena el murmullo del pasado, la gente, sus hablas, sus risas o sus llantos que, de generación a generación, han habitado estos espacios públicos.

 

Las personas mayores nos dirán que en su época se respetaba tal o cual tradición, de carácter civil o religioso, en donde diversos actos solemnes y protocolarios eran el escaparate social de diversos estratos de la población. A pesar del tiempo, nuestras autoridades gubernamentales, ya sean federal, estatal o municipal, procuran perpetuar dichas tradiciones patrias, con poca o mucha afluencia social. Algunos eventos del mes patrio son más tumultuosos que otros, por ejemplo, en la noche del 15 de septiembre, cientos de familias mexicanas se reúnen para gritar: «Viva México» (y/o alguna que otra consigna social). En la mañana del 16 de septiembre es común ver confluir, en el centro de nuestras ciudades, a una multitud de jóvenes y grandes para disfrutar del tradicional Desfile Cívico Militar. De hecho, solo en Michoacán celebramos el 30 de septiembre, por tener el nombre de «Morelia» nuestra capital,  en honor a que aquí nació don José María Morelos y Pavón, héroe de nuestra Independencia un 30 de septiembre de 1765.

 

 

Finalmente, les invitaría a salir, vivir la ciudad y sus tradiciones con ojos nuevos, como si fueran extranjeros, queriendo capturar cada lugar y cada instante en la mente, recorrer las calles y sentir su historia y su cultura, interactuar con los símbolos que nos brinda la ciudad.

Compartir:

Comentarios ()

Otras entradas

Inicia tu proceso de admisión PDF
Lago UNLA