Por Christopher Villicaña Rodriguez
El turismo LGBT+ (lesbiana, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti, intersexual, queer, etc.) es considerado una nueva forma de viajar y actualmente es un sector en constante crecimiento que aporta incluso más derrama económica que el turismo convencional.
Al desplazarse para hacer turismo LGBT+, los viajeros buscan condiciones necesarias para tener tranquilidad, esto significa que prefieren destinos amigables, donde no haya discriminación, donde se respete la diversidad, que sean espacios abiertos y sobre todo seguros para su integridad física.
De acuerdo a la Organización Mundial de Turismo (OMT) y a la International Gay and Lesbian Travel Association (IGLTA), hubo 35 millones de turistas de la comunidad en 2016 a nivel internacional.
Actualmente los destinos gay friendly están en auge alrededor del mundo y prueba de ello son los British LGBT+ Awards, donde anualmente eligen al mejor destino. En 2018 fue Tel Aviv la ciudad ganadora y, a propósito de ello, a continuación les mencionaré los 10 mejores destinos LGBT+:
Tel Aviv (Israel)
Se define como una ciudad tranquila, pero activa y vibrante. En el día del Orgullo Gay, toda la ciudad, independientemente de su religión o su preferencia sexual, celebra el amor igualitario. Además, es de los pocos destinos en Medio Oriente que se consideran como gay friendly.
Madrid (España)
En esta ciudad europea, llevan más de 40 años celebrando el Día del Orgullo. Realizan el festival MADO para celebrar, debatir y mostrar la diversidad, cuyo acto central es la manifestación del orgullo LGBT.
San Francisco (Estados Unidos)
Dicen que San Francisco es la ciudad que nació gay. Es una población sin prejuicios que lidera la lucha por los derechos de la comunidad LGBT+ en Estados Unidos. El Distrito de Castro es el barrio homosexual por excelencia desde la Segunda Guerra Mundial, cuando la Armada de EE.UU. envió allí a miles de hombres homosexuales tras descartarlos por su orientación sexual.
En San Francisco también encontrarás el Parque del Triángulo Rosa, un monumento que se levantó para honrar a las víctimas LGBT+ del Holocausto; y el Museo de Historia LGBT+ de San Francisco, el primer museo en Estados Unidos dedicado a este colectivo.