Publicado el 2022-08-01 en Cps

Trastornos de Conductas Alimentarias (TCA), una realidad en el cuerpo femenino

Por Ada Julieta Espinoza Álvarez

 

¿Cuántas veces al día piensas en tu cuerpo y en tu alimentación?

 

Los TCA son trastornos mentales caracterizados por un comportamiento patológico frente a la ingesta alimentaria y una obsesión por el control de peso. Son trastornos de origen multifactorial, originados por la interacción de diferentes causas de origen biológico, psicológico, familiar y sociocultural. Son definidos como «alteraciones específicas y severas en la ingesta de los alimentos, observadas en patrones distorsionados en el acto de comer y que se caracterizan, bien sea por comer en exceso o por dejar de hacerlo» (Méndez, Vásquez & García, 2008). 

 

En los últimos 20 años, los desórdenes alimenticios aumentaron en el país y cada año se registran cerca de 20,000 casos de anorexia y bulimia, siendo la población de entre 15 y 19 años de edad la más afectada.

 

En la actualidad, la tecnología juega un papel tan crucial en la construcción corporal. Al momento en que nos conectamos a las redes sociales es común encontrar miles de fotografías de mujeres con cuerpos irreales, ya que muchas de estas fotos son editadas o son de personas que se han realizado ciertas cirugías estéticas. Estas mismas fotografías contienen una cantidad de likes o seguidores impresionantes, dejando al género femenino expuesto a estereotipos de belleza inalcanzables, y sobre todo enfermizos, que orillan a caer en un trastorno alimenticio.

 

 

De igual manera, el reforzamiento del voyerismo en las redes sociales da invitación a mostrarse de manera constante bajo una virtualidad en la que la imagen personal es construida en un ideal tan estandarizado, mismo que se puede observar en los filtros que ya tienen los celulares y las aplicaciones para que al momento de capturar un retrato se modifique la cara, adelgazándola, ampliando los ojos, equilibrando rasgos, alisando la piel y estilizando la figura, así como la facilidad y accesibilidad de la edición de las fotografías dentro de las aplicaciones (Eula, 2020). Por lo que es necesaria la pregunta: ¿en dónde queda el ser humano natural, auténtico, con sus imperfecciones y asimetrías? Parece que esto queda inexistente, prohibido, no visto, rechazado.

 

La delgadez es un significante estelar dentro del capitalismo, en donde la comida juega un rol para construir un ideal propio de la sociedad de bienestar, aunado al discurso mediático predominante que indica que el peso está directamente relacionado con el estatus social y el poder personal. Por ende, las personas con trastornos alimenticios encarnan descarnadamente algunos de los valores más estructurales de una sociedad obsesionada con la delgadez, la juventud y el miedo a la muerte, obteniendo así cierto dominio en el hambre (Eula, 2020).

 

Todo ello con la intención de lograr de manera inconsciente y simbólica cierta autonomía, individualidad, identidad, ya que el vivir en una sociedad exigente y que tiende a cosificar, en ocasiones llega a desprender estos tres factores como persona, generando una necesidad de ser como las mujeres que se muestran en pasarelas, televisión, redes sociales, revistas: dar con la talla e imagen del mercado, para así poder ser «vistas y aceptadas». Poniendo esto último en comillas, ya que la mirada y la aceptación que se obtiene es bajo una cosificación. 

 

Lamentablemente, la cantidad de personas que padecen de trastornos alimenticios han aumentado día con día, predominando, justo por toda la presión social en la que se vive en la actualidad, específicamente a la juventud femenina. Aunado a lo normalizado que se tienen estas conductas, las rigurosas dietas, las cirugías plásticas, la exigencia en el ejercicio, el salir perfecta en las fotografías para obtener diversa cantidad de likes, da como resultado seres humanos similares sin autenticidad ni identidad o individualidad. Incluso se puede identificar esta similitud en cuerpo y cara en algunas actrices/modelos/influencers, dejando en las sombras las características que individualizan de manera corporal y facial a cada ser humano. 

 

 

Por todo lo mencionado previamente, al Centro de Orientación Psicológica (CPS) de la Universidad Latina de América nos es muy importante que se obtenga la mayor información acerca de esta temática para evitar situaciones de riesgo detonadas por los trastornos alimenticios, en donde los riesgos pueden ser directamente en la salud, en lo emocional, psicológico, corporal, cognitivo, escolar, etc. Realmente, esto podría abarcar un conflicto en todas las áreas de vida de una persona. 

 

Te recordamos que si en algún momento requieres apoyo, escucha y contención, en CPS te podemos acompañar y orientar acorde a tu conflicto psíquico que requieras sanar.  No estás sola.  

 

REFERENCIAS

 

Bravo, C. A. (13 de Septiembre de 2016). Fepal. Recuperado el 2022, de Trastornos de conducta alimentaria desde la perspectiva psicoanalítica contextual. : http://www.fepal.org/wp-content/uploads/363-esp.pdf

 

Eula, M. (2020). Para comerte mejor, anorexias y políticas del cuerpo femenino. México: El diván negro.

 

Garduño, M. (24 de Enero de 2022). Forbes. Recuperado el 2022, de La cultura de la delgadez extrema: https://www.forbes.com.mx/women-cultura-delgadez-extrema-eleva-trastornos-alimenticios/

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