Prácticas profesionales en Brasil: Viaje de aventura y autoconocimiento

Por Diana Vázquez Guerrero 

 

Todos los estudiantes tenemos sueños, aspiraciones y muchas ganas de salir a conocer el mundo, es por ello que día a día nos esforzamos para convertirnos en profesionistas. La UNLA es una universidad que nos ofrece la oportunidad de conocer otros lugares de diversas formas, ya sea por movilidad académica nacional e internacional o prácticas profesionales.

 

Así como muchos, siempre supe que quería experimentar algún tipo de movilidad, pero por una u otra cosa no lo hacía. Yo soy de la idea de que todas las cosas pasan en el momento adecuado y si es para ti todo se acomoda perfectamente, así me pasó y fue como terminé en el país de la samba, el carnaval y la caipiriña. Mi nombre es Diana Vázquez y soy alumna de 6° semestre de la Licenciatura de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Latina de América y en esta ocasión voy a platicarte mi experiencia haciendo prácticas profesionales en Brasil.

 

 

Todo comenzó hace un año, era la reunión de inicio del semestre de CCO, como siempre nos daban toda la información acerca de actividades y eventos que tendríamos durante el semestre. Después llegó Ada Sandoval, en ese entonces Directora del área de Movilidad e Internacionalización de la universidad, que seguramente muchos la recuerdan por su enorme sonrisa y su entusiasmo por la movilidad estudiantil.

 

En esa ocasión nos habló de un nuevo convenio que adquirió la UNLA con la organización global AIESEC, la cual consistía en que los alumnos de la universidad podían aspirar para hacer prácticas profesionales en otro país durante el verano, en ese momento sabía que tenía que intentarlo. Fui a las oficinas de movilidad y me dieron todos los informes, respondieron todas mis dudas y me ayudaron con el proceso de selección.

 

Me postulé para el programa y después de varias entrevistas y entregas de documentos me dieron la grata noticia de que había sido aceptada. Mi emoción era demasiada, no podía creer que lo había logrado, además de que iba a ser la primera ocasión en la que iba a viajar a otro país. También tenía miedo porque sabía que iba a estar sola en un país que no conocía y donde hablaban un idioma del cual no tenía nada de conocimiento, sabía que iba a tener que enfrentar muchos retos, pero eso nunca me desanimó.

 

Es curioso cómo pasan las cosas, mi intención era hacer mis prácticas profesionales en Costa Rica durante el verano del 2020 y terminé haciéndolas en Brasil de Enero a Marzo del 2021. Sin duda, no fue lo que esperaba, fue mucho mejor.

 

 

Como comenté antes, todo estaba planeado para el verano del 2020, pero creo que ya pueden tener una idea de por qué se movieron las fechas, así es,  por la pandemia, todos tuvimos que adaptarnos y de alguna forma sacar los planes que teníamos. Así que con las nuevas fechas supe que tenía la oportunidad de aprender un poco de portugués para ir más preparada a Brasil. Así que en el semestre de Otoño 2020 me inscribí a las clases de portugués del Centro de Idiomas de la UNLA y fue la mejor decisión que pude hacer.

 

Debo admitir que fue un poco pesado tomar la clase de portugués como algo extra de mi mapa curricular, pero valió la pena, aunque solo pude tomar el primer nivel de portugués, fue lo que me dio las herramientas necesarias para poder comunicarme en Brasil, así que si estás pensando en hacer alguna movilidad o simplemente te llama la atención aprender otro idioma, ¡hazlo! La universidad nos ofrece muchos idiomas para cursar.

 

Llegó el 27 de diciembre, el día que viajé a Brasil, gracias al cambio de fechas tuve la oportunidad de pasar Año Nuevo en Río de Janeiro y, sin duda, es uno de los momentos que jamás olvidaré de esa aventura.  Pasé nueve días en la ciudad donde pude practicar lo aprendido en mis aulas de portugués y conocer los lugares increíbles de esa ciudad como el Cristo Redentor, las playas de Copacabana e Ipanema y mucho más. Después viajé a Ubêrlandia, el municipio brasileño del estado de Minas Gerais y el que se convertiría en mi hogar por casi tres meses.

 

Una vez instalada en Ubêrlandia llegó mi primer día de trabajo. La empresa en la que tuve la oportunidad de realizar mis prácticas profesionales es Controle: Gestión y Eficiencia Energética. Es una empresa que se encarga de la elaboración de proyectos de climatización y eficiencia energética, además de su instalación con el fin de crear espacios elegantes y eficientes. Sus clientes por lo general son centros comerciales, hospitales, cocinas industriales o grandes residencias. 

 

Tal vez puedan pensar: ¿y eso qué tiene que ver con Ciencias de la Comunicación? Bueno, los comunicólogos son requeridos en todas partes, en especial en las empresas, porque para el buen desarrollo de estas debe haber una buena organización y para ello se necesita de la comunicación, además de la parte de marketing y publicidad. 

 

 

Controle ya es reconocida en Ubêrlandia por grandes empresas e incluso tiene sus convenios, pero no tenía desarrollada ninguna estrategia de comunicación para acercarse a nuevos clientes. Por lo que mi trabajo fue crear esa estrategia, querían que principalmente me enfocara en el desarrollo de sus redes sociales, para ello tuve que conocer antes a la empresa y lo hice gracias a la ayuda de las trabajadoras de Controle, que siempre fueron muy amables conmigo y me apoyaron en todo momento.

 

Mi principal obstáculo fue el idioma, porque todo el contenido que tenía que hacer era en portugués, pero eso nunca me desanimó sino que me motivó a aprender lo más que pudiera, a la par de las prácticas profesionales seguí tomando mis clases en línea de la UNLA y siempre con el apoyo de mis maestros. Debo admitir que estoy agradecida de tener esta modalidad virtual porque fue lo que me permitió estar en Brasil en fechas escolares.

 

Fueron dos meses y medio de autoconocimiento, de aprendizajes culturales, pero sobretodo de superación personal, porque tuve que vencer muchos retos, aventurarme a probar cosas nuevas y a conocerme a mí misma porque estar alejada de mi país, de mi familia y de mis amigos me hizo tener muchos momentos de reflexión que me condujeron a descubrir mis verdaderas pasiones y saber qué sigue en el próximo capítulo de mi vida. 

 

Hoy, de vuelta en México, puedo decir que ha sido una experiencia de vida y que definitivamente me marcó en muchos aspectos positivos: conocí a personas maravillosas con las que ahora tengo una buena amistad y con planes futuros para reencontrarnos, aprendí más sobre la vida laboral y pude aplicar lo aprendido en la universidad. Te invito a atreverte a vivir un programa de movilidad, estoy segura que pase lo que pase no te vas a arrepentir, es una gran forma de aventurarte y aprender, tenemos todo a nuestro alcance para hacerlo, solo falta que te decidas.

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