Por Julio Cesar Domínguez Domínguez
Mi nombre es Julio Cesar Domínguez Domínguez, soy maestro en Derecho Administrativo. Actualmente, me encuentro realizando estudios del Programa de Doctorado en Derecho que ofrece la Universidad Latina de América, en su primera generación (2021-2024), lo cual me honra y enorgullece. A continuación, describiré el tema del presente artículo: es bien sabido que, hoy en día, existe un problema realmente complicado a nivel mundial, al cual ningún país puede ser indiferente. Sí, me refiero al conflicto armado entre Rusia y Ucrania.
El origen de este conflicto es relativamente sencillo: Ucrania planeaba adherirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y ello provocó la ira del presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien considera que Ucrania es de origen ruso y, por lo tanto, no debe unirse a organizaciones occidentales, cuyos intereses están a merced de naciones como Estados Unidos. Sin embargo, lo más trascendente del fenómeno es, sin duda, el sufrimiento y violencia que, debido al conflicto, ha padecido la población ucraniana, la cual implora ayuda al mundo entero.