La decisión de tu vida

Por Kristhian Hurtado Valverde

Alumna de primer semestre de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la UNLA

 

Desde que somos niños, una de las primeras preguntas que nos hacen es «¿Qué quieres ser cuando seas grande?». Esto se pregunta con ligereza, como si no se convirtiera en un asunto agobiante con el tiempo. Yo, como muchas y muchos jóvenes mexicanos, tuve que tomar a los diecisiete años lo que me vendieron como la decisión más importante de mi vida, pasé de estar tomando clases en línea durante una pandemia a escoger lo que quería hacer por el resto de mi existencia.

 

Mi primera elección fue estudiar letras, los libros son una de mis más grandes pasiones y creí que estudiarlos era lógico. Después del primer semestre, descubrí que lo mío no era estudiar libros, sino promocionarlos y emocionarme como lector por las novedades. El día en el que tomé mi celular y decidí hablar de esta gran pasión en redes sociales, mi vida cambió. Dejé la que creía era la carrera de mis sueños. 

 

 

Surgió otra vez la agobiante pregunta: ¿Qué quiero hacer y qué camino voy a elegir para poder hacerlo? Había un montón de posibilidades frente a mí, porque afortunadamente conté con el apoyo de mi familia. Escoger una carrera requiere analizar sus programas, prospectivas, e incluso hablar con personas que hayan estudiado dicha carrera. Este último punto fue clave, al menos para mí, conocí a alguien que había estudiado Ciencias de la Comunicación (CCO) y me platicó de cómo la licenciatura le había abierto muchas puertas. Entonces, supe que CCO era lo mío. No sé si en tres años cambiaré de parecer, pero uno debe vivir en el presente.

 

Escoger en dónde estudiar fue otro proceso complejo. Ya había estado en otra universidad con la que no había conectado, en la que mis maestros tenían cero interés en mí. La UNLA siempre ha sido una institución muy presente en mi vida, varios conocidos míos habían estudiado ahí y la recomendaban por su excelencia académica, así que comencé el proceso de admisión. Hice el examen y el día que fui a recoger los resultados noté que la directora de  CCO, la Mtra. Marivel Ortega Arreola, recordaba mi nombre y mis intereses. Estaba en el lugar adecuado, en una universidad donde no sería solo otro signo de pesos, sino una estudiante llena de sueños.

 

Durante nuestra trayectoria escolar, los y las docentes nos dejan muy en claro la importancia de elegir una carrera universitaria y una institución en la cual estudiarla, pero nadie nos habla de lo que puede pasar si en el camino descubres que no es lo tuyo o que quieres otra cosa. Hace una semana, habría dicho que me equivoqué de carrera, sin embargo, los pocos días que llevo estudiando en la UNLA me han enseñado que escoger letras fue un aprendizaje, no un error.

 

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