La gran mayoría de nosotros hemos comido en algún momento una sopa instantánea, ya sea por antojo, por practicidad o por andar a las prisas , pero ¿te has preguntado qué es lo que contienen estos productos?
Durante el mes de octubre de 2021, la Procuraduría Federal del Consumidor realizó un estudio en el que se determinó qué tan adecuado es consumirlas y su calidad de acuerdo a la normativa de alimentos en México.
Estas normas de las que estamos hablando son las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) que, en el caso de los alimentos, corresponden a las siguientes:
Estas normas aseguran que no solo las sopas instantáneas, sino que todos los productos alimenticios que consumamos en nuestro día a día, tengan unos estándares de calidad adecuados.
Los ingredientes que componen todos estos productos en general son harina de trigo, sazonadores, salsas, verduras, extractos cárnicos, queso y jitomate. En cuanto a su aporte nutrimental, las sopas instantáneas reportan un aporte por producto ya preparado de los siguientes nutrimentos: agua, carbohidratos (sacarosa, glucosa, fructosa y lactosa), proteínas, grasas (la mayoría de los fabricantes agregan aceites vegetales, aunque también hay productos con grasa de leche, quesos y grasa de pollo), y sodio (proveniente de la sal adicionada y de otros ingredientes); sin embargo, en su composición encontramos también aditivos como son los potenciadores del sabor, entre los que destacan el glutamato monosódico, el inosinato, el guanilato de sodio, extracto de levadura y proteína hidrolizada de soya.
La mayoría de las sopas instantáneas las podemos encontrar en su presentación para consumirse inmediatamente, por lo que vienen en un vasito, tazón o sobre, aunque también hay sopas de pasta de preparación rápida en diferentes presentaciones, como las sopas que consumimos de manera tradicional en México, como son el fideo, la sopa de letras, entre otras.
Ahora, existe un estudio que realizó la Profeco, llevado a cabo entre el 21 y el 24 de junio del 2021, con productos adquiridos entre el 8 de julio al 6 de agosto del 2021, donde se analizaron 33 marcas y se efectuaron 363 pruebas sobre estos productos.
En todos los productos se evaluó la información que nos proporciona la etiqueta, si contiene sellos de advertencia, el contenido de proteína, grasa, carbohidratos y sodio, además del aporte energético del producto.