Impacto visual del minimalismo en la arquitectura de México

Por: Fidencio Yael Zavala Pantoja, estudiante de octavo semestre de la Licenciatura en Arquitectura, Urbanismo y Sustentabilidad

 

El minimalismo, en la arquitectura, tiene por objetivo reducir los componentes de una construcción a lo esencial, y deshacerse de elementos de diseño no tan necesarios.

 

El diseño arquitectónico minimalista ha tenido gran influencia a nivel mundial debido a su sencillez y simplicidad en sus formas geométricas, uso de colores puros, sin resaltar demasiados elementos decorativos, obteniendo como resultado inmuebles visualmente atractivos solo por su forma volumétrica. Si bien, la arquitectura minimalista actual tuvo su origen en los años 80, del siglo pasado, en Londres y Nueva York, fue hasta la década de los 90 donde se marcó el inicio de esta tendencia arquitectónica en nuestro país (Valle, 2023).

 

La Universidad Indoamérica de Ecuador (2010) expone que la Arquitectura minimalista tiene como objeto descartar y disminuir lo no esencial, para que el diseño sobresalga por su geometría y su simpleza, utilizando materiales sencillos y tonos monocromáticos.

 

 

Retomando sus orígenes, el arquitecto alemán Ludwig Mies van der Rohe es catalogado como el padre de la arquitectura minimalista y también uno de los arquitectos más influyentes e importantes en la misma.

 

Sus obras representaban el significado de su frase: «menos es más», ya que sus diseños eran simples y demostró a la humanidad que con pocos elementos se puede construir obras de calidad. Mies van der Rohe siempre habló sobre lo importante de «plasmar y diseñar lo que no se ve para mostrar lo que no se construye». 

 

De ese modo, con pocos elementos y con detalles específicos, puso énfasis en esta otra frase de su autoría: «Dios está en los detalles», con la que da a entender que los elementos específicos y los detalles únicos pueden dar calidad a un espacio limpio, para crear elegancia y una obra singular y original (Villanueva, 2023).

 

Por otro lado, el Arquitecto japonés Tadao Andō menciona que las principales características que debería tener el diseño minimalista son: abstracción, economía de lenguaje y medios, producción y estandarización industrial, uso literal de los materiales, austeridad con ausencia de ornamentos, purismo estructural y funcional, orden, geometría elemental y rectilínea, precisión en los acabados, reducción y síntesis, sencillez, concentración, protagonismo de las fachadas y desmaterialización.

 

Durante la década de los años 80 y 90 se comenzó a marcar la corriente minimalista en México, dejando claro no solo un estilo arquitectónico sino también un estilo de vida. La realidad es que el minimalismo mexicano, como tal, forma parte de una arquitectura moderna y tradicional que combina y busca un balance entre ambas. A pesar de que la arquitectura actual mexicana, en su mayoría es minimalista, existen ciertas construcciones que, por su antigüedad, formaron parte de las primeras obras hechas con esta tendencia por arquitectos mexicanos. Este minimalismo, formó parte de una arquitectura moderna, pero a la vez tradicional, donde conjuga el método de construcción tradicional con el lenguaje de la modernidad.