Escrito por: Aranza Marie Jauregui Gónzalez, estudiante de la Licenciatura en Psicología UNLA.
Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) constituyen la primera respuesta ante una situación de crisis y consisten en la atención inmediata a una persona que ha vivido un evento impactante.
Según el Gobierno de México, una crisis es:
“Un evento inesperado e impactante, generalmente destructivo, que afecta gravemente la vida de las personas y ocasiona un desequilibrio emocional que les impide utilizar los recursos con los que normalmente cuentan para enfrentar y resolver problemas”.
El propósito de los PAP es brindar protección y contención emocional, favoreciendo el afrontamiento del suceso.
Deben aplicarse dentro de las primeras 72 horas posteriores al evento.
Pueden realizarlos cualquier miembro de la comunidad, pero en menores de edad debe ser un adulto.
Durante las primeras 24 horas, el 86% de las personas presentan respuestas emocionales, físicas o cognitivas.
El perfil CASIC se divide en cinco dimensiones:
1.- Conductual: aislamiento social, pérdida de interés, hiperactividad, cambios de hábitos, uso de sustancias, apariencia ausente, pasividad, incredulidad, sobresalto.
2.- Afectiva: angustia, aislamiento, aplanamiento afectivo, irritabilidad, miedo, frustración, pesar, ira, ansiedad.
3.- Somática: aumento de la frecuencia cardíaca, transpiración, presión arterial elevada, dificultad para respirar, fatiga, rigidez muscular, temblores, insomnio, alteraciones digestivas (estreñimiento o diarrea), falta de apetito, tensión.
4.- Interpersonal: evitación de lugares, personas, actividades y/o conversaciones, desapego, restricción de la vida afectiva, temor al aislamiento, desconfianza, conflictos familiares o laborales.
5.- Cognitiva: dificultad para tomar decisiones, confusión, sueños recurrentes, dificultad para concentrarse, sensación de futuro limitado, flashbacks, lagunas mentales, recuerdos intrusivos.
Poca capacidad de afrontamiento.
Mala jerarquización de las necesidades.
Visión de túnel, es decir, percibir solo una opción posible.
Eventos precipitantes: los chorritos que fueron llenando el vaso, pero no lo derramaron. Son sucesos anteriores que hicieron que la persona llegara a ese punto.
Factores predisponentes: aumentan la vulnerabilidad a una crisis (ser adolescente, no tener redes de apoyo, problemas económicos, etc.).
Evento detonante: la gota que derramó el vaso. Esa última situación que desencadena la crisis.
Crisis suicida: el suicidio se menciona directa o indirectamente (palabras que hacen pensar que la persona está hablando de ello).
Validar el sufrimiento.
Cambiar la perspectiva de la persona hacia algo objetivo. Ejemplo: de “Algo anda mal en mi cabeza” a “Cualquiera que estuviera en mi lugar también la estaría pasando mal”.
Facilitar el desahogo.
Escuchar activamente y con empatía.
Cuidar el tono de voz.
Aceptar los silencios sin presionar.
Mantener un lenguaje corporal abierto y calmado.
Facilitar la reflexión en lugar de imponer soluciones.
Respetar creencias religiosas o espirituales.
Reconocer cuando la persona necesita ayuda profesional y canalizarla.
Evitar que se concentre solo en lo negativo.
Ganar tiempo para evitar que actúe de manera impulsiva.
Aplazar la decisión.
Sembrar ambivalencia. Ejemplo: “¿Crees que esta persona merezca que te quites la vida por él/ella?”; “¿Qué te ha impedido hacerlo hasta ahora?”; “¿No crees que hay otra forma de evitar esta situación?”.
Prometer algo que no se pueda cumplir.
Mostrar ansiedad, enojo, hostilidad o lástima.
Permitir que el enojo o la hostilidad de la persona lo afecte.
Actuar con paternalismo, autoritarismo o confrontación.
Presionar con preguntas excesivas.
Hacer juicios de valor o moralizar la situación.
Ignorar o minimizar expresiones de suicidio.
Esperar que la persona “funcione normalmente” tras el evento.
Usar comentarios manipuladores. Ejemplo: “¿Qué va a ser de tus hijos? Tienes que distraerte y continuar con tu vida”.
Estar apresurado.
Si identificas una crisis suicida, SIEMPRE debes canalizar a la persona.
Secretaría de Salud: 443 314 1617
Secretaría de Salud: 443 315 9037
Línea de la Vida: 800 911 2000
Alba Carmona, B., Alfaro Ferreres, E., & Martín-Barrajón Morán, P. (2024). Guía práctica para la intervención en crisis suicidas. Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. https://www.consaludmental.org/publicaciones/Guia-practica-intervencion-crisis-suicidas.pdf
Molina, C. (2022). Plan de seguridad: Protocolos de atención en el comportamiento suicida. Secretaría de Salud. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/756706/Plan_de_seguridad__protocolos_de_atencion_en_el_comportamiento_suicida.pdf
Menéndez Duarte, S. (s. f.). Guía práctica para servicios de bomberos: intervención en crisis suicidas. ASINPEC / COP. http://www.cop.es/uploads/PDF/GUIAPRACTICAPARABOMBEROSINTERVENCION_SUICIDIOS.pdf
Secretaría de Salud & Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA). (s. f.). Primeros auxilios psicológicos en el contexto escolar. Gobierno de México. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/959830/CUADERNILLO_PAP_R.pdf