Publicado el 2022-03-25 en Bachillerato

Generación Z o la comodidad de la inconsecuencia

Por Rodrigo Camacho Gómez

 

La generación Z, también conocida como generación Centennial, se inscribe en el periodo de 1996-2012, es decir, la integramos las personas que actualmente tenemos desde 9 hasta 25 años. Esta generación es conocida por ser la que creció con internet y redes sociales, lo cual representa un hecho crucial para la forma en que nos desarrollamos durante la infancia y para la configuración de nuestra personalidad. A diferencia de otras generaciones por ejemplo, la Millennial, que abarca el periodo de 1981-1996—, los centennials dimos nuestros primeros pasos junto con YouTube, Instagram, Twitter, WhatsApp, etcétera.

 

 

El internet es una forma de expresión completamente libre que, si se utiliza de manera conveniente, puede evitar cualquier repercusión al momento de expresar una idea controversial. En Twitter famosa debido a las enérgicas discusiones de sus usuarios y usuarias, es posible crear una cuenta anónima y opinar sin riesgo, siempre y cuando no se filtre ningún tipo de información personal. Dentro de la vida no digital, dicho comportamiento podría afectar de manera grave la reputación del individuo.

 

Los centennials solemos preferir quedarnos en casa con nuestros amigos de internet, a fin de hablar con ellos o jugar algún videojuego en lugar de salir a la calle y convivir en persona. Esto se debe a factores como el aumento de inseguridad en el país donde vivimos y el gran número de posibilidades que el internet y las redes sociales ofrecen. Estamos acostumbrados a no asumir las consecuencias de nuestras acciones virtuales, lo cual, poco a poco, hemos llevado a la vida real. Durante la pandemia, el fenómeno ha tomado más fuerza.

 

 

Personalmente, lo anterior me parece un problema importante con el que habría que lidiar, ya que es necesario tener la capacidad y habilidad de pensar antes de hablar, de evaluar las repercusiones que puede traer una acción en el futuro, y, a partir de ello, decidir si realizarla o no. En conclusión, las redes sociales son una herramienta muy útil en nuestro día a día, pero deben ser manejadas sabiamente y con moderación. Antes de publicar algo, preguntémonos si nos sentiríamos igual de cómodos escribiendo lo mismo en un cartel.

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