Publicado el 2021-03-22 en Maestría

En busca de la creatividad

Por Aldo Peña

 

Hace algunos años leí un libro llamado Creatividad S.A. de Ed Catmull. En dicha obra, se describe la creación y el éxito de la empresa Pixar. En alguna parte el autor menciona: “Nadie –ni Walt Disney, ni Steve Jobs, ni la gente de Pixar— logró nunca el éxito creativo aferrándose simplemente a lo que antes había funcionado”. Esa frase representa lo que es la creatividad: una evolución, un inicio desde cero, una constante manera de enfrentarse a los cambios que ocurren a diario en un mundo cada vez más competido.

 

 

Mientras estudiaba la preparatoria, un profesor nos hacía mirar hacia la ventana y nos preguntaba: “¿Qué ven ahí afuera?”. Las respuestas eran vagas descripciones de casas, cerros, edificios y mezclas de colores. El profesor nos decía: “algunas personas pueden ver más allá de su vista y logran observar con la mente”. Desde ese momento, empecé a mirar y ver infinidad de figuras, formas, castillos, dragones, naves espaciales y gran cantidad de composiciones en mi cabeza. En su momento no entendía qué relevancia tendría hacer eso o qué beneficios podría obtener. Aún me faltaba media vida más para entenderlo.

 

Actualmente, en nuestro país se ha pensado que la creatividad es parte de departamentos como diseño gráfico o mercadotecnia, pero no se entiende que esta se puede dar en cualquier área, desde el arte hasta la contabilidad.

 

Las ideas creativas deberían ser el activo más importante de las empresas. Ed Catmull estaba en Disney Animation revisando el largometraje animado Bolt. El autor relata: “Con la película ya muy avanzada, surgieron problemas con Rhino, el Hámster. El nuevo guión exigía que fuera capaz de caminar sobre dos patas, aunque originalmente había sido diseñado para hacerlo en cuatro. Los animadores dijeron que era tan difícil que les resultaba imposible terminar la película en tiempo. Desesperados, acudimos en busca de ayuda a los directores técnicos. ¿Su respuesta? Rehacer el rigging nos llevaría seis meses, que era todo el tiempo del que disponíamos para terminar la película. Jonh (co-fundador de Pixar) y yo convocamos una reunión de toda la empresa. Explicamos la situación y les retamos a que se acercaran y nos ayudaran a solucionarlo. Tres miembros del equipo se encargaron de rehacer el ridding de Rhino. En una semana, el proyecto estaba de nuevo en marcha”. 

 

En ambas situaciones se dió la oportunidad a cualquier elemento de la empresa para ofrecer ideas nuevas, diferentes, que atendieran a una necesidad con enfoques totalmente distintos, al final problemas resueltos, aplicando ideas creativas.

 

Debemos de cambiar la manera de pensar, la creatividad puede darse en cualquier departamento, no es exclusivo de áreas sino de empresas en general. Logrando cambiar el chip, podemos darle más desarrollo en fomentar y darle el verdadero valor que tiene la creatividad como un todo,  desarrollando soluciones o nuevas oportunidades que pudieran detonar en empresas exitosas y duraderas.

 

Considero que existen dos tipos de empresas ajenas a la creatividad: las que cuentan con directivos que consideran que la creatividad no es necesaria, que solo se enfocan en tener números en positivo. O tenemos a las empresas que aun aplicando creatividad reflejada en desarrollos innovadores, no lo aprovechan, de nueva cuenta, por centrarse en los ingresos solamente.  

 

Durante toda mi infancia crecí de la mano con todo lo relacionado con la marca Kodak. Mis papás tenían un negocio de distribución de equipo, cámaras, revelado e impresiones. Me tocó vivir la abundancia del negocio que crecía en un mercado con poca competencia. Pero también experimenté la dura transición de ir de un extremo al otro. Las ventas comenzaron a bajar, los equipos se hacían obsoletos y el negocio murió de manera abrupta como la marca misma.

 

Como nos explica Rubén Rodríguez: “En Enero de 2012 Kodak se declaró en bancarrota. Pero su sentencia de muerte se dictó muchos años antes. Steve Sasson, inventó la primera cámara digital en 1975 y la patentó a favor de Kodak. La marca se derrumbó por la entrada tardía  al mercado digital. En 1979, un ejecutivo de Kodak presentó un informe sobre cómo la tecnología digital iría desplazando la película. Claro que los directivos de Kodak no tenían dificultad en saber lo que vendría. En lo que tenían dificultad era en renunciar a las utilidades a corto plazo”. 

 

Sorprende cómo una multinacional, líder del mercado, con los mejores equipos de desarrolladores de productos, con grandes áreas de investigación, marketing, finanzas y demás pilares de toda una marca, puedan aún así tener una visión de los cambios tecnológicos y que los números hayan cegado su existencia, dejando de lado lo verdaderamente esencial: innovaciones, su propia gente, colaboradores, proveedores y miles de familias que dependían de ello. Todo a costa de los números inmediatos. En un mundo tan competitivo y capitalista, a los dueños de las empresas solo les importa obtener la utilidad y no, reinventarse. 

 

Me sorprende la facilidad de ciertos puestos, la exigencia o que seas obligado a presentar soluciones creativas como una condicionante para ofrecerte alguna oportunidad de trabajo, sin considerar la experiencia previa, la investigación, el tiempo invertido, entre otros factores. Algunos directivos lo ven simplemente como “es una idea” que sale de una cabeza.

 

Veamos lo que vale “una idea”. Los fundadores de Google en 1998 desarrollaron un sistema llamado PageRank.  Larry y Sergey ofrecieron a Yahoo! su PageRank por un millón de dólares. La otra versión es que solicitaron financiamiento a Yahoo! por medio millón. En cualquiera de las dos versiones, Yahoo! tuvo en sus manos la oportunidad de comprar una idea de dos estudiantes, lo que después se convirtió en el corazón de Google. ¿Qué pasó después? Yahoo! llegó a valer $125,000 millones de dólares pero fue vendida en $4,830 millones. Los fundadores de Google pedían un millón o medio millón de dólares por su idea, en 2016 Google valía $420,000 millones.

 

¿Se imaginan que Larry y Sergey hubieran sido contratados por Yahoo! y motivados para mejorar su algoritmo? Si hubieran confiado en comprar una idea universitaria, ¿qué sería de Yahoo! hoy en día? Posiblemente estaría en el lugar de Google, posiblemente no, pero hubieran tenido la oportunidad de serlo.

 

Desde el 2020, con la llegada del COVID, muchas empresas, sobre todo las micro y PyMES  empezaron a generar inmensidad de ideas creativas, por la necesidad de los nuevos cambios impuestos y los protocolos de seguridad.  

 

Podemos encontrar infinidad de casos creativos aplicados por pequeños negocios, desde redes sociales, nuevas tiendas en línea generando alianzas con otras empresas y desarrollando nuevas formas de publicitar para ofrecer sus productos.

 

Hoy más que nunca se requiere de empresas que permitan a todos sus colaboradores encontrar ideas creativas que impulsen su modelo de negocio, compartir información, los objetivos y la proyección a futuro de lo que se desea lograr. Sin dudas, la pandemia vino a cambiar al mundo, pero también resurgió la importancia de ser más creativos que nunca.

 

Vuelvo a citar a Ed Catmull: “Creo de todo corazón que todo el mundo tiene el potencial de ser creativo, cualquiera que sea la forma que adopte esa creatividad, y que estimular tal desarrollo es algo notable”.

 

Es por eso que la invitación de este escrito es salir a la ventana y ver de otra manera lo que nuestros ojos nos muestran. Es necesario empezar a ver dinosaurios, castillos, naves espaciales o lo que su mente les permita vislumbrar. Cuando empieces a ver de esa manera, las ideas creativas comenzarán a llegarte en cualquier área en que te desempeñes.

 

Referencias:

Catmull, Ed. (2019). Creatividad, S.A. Cómo llevar la inspiración hasta el infinito y más allá. España: Conecta.

 

Schmidt, E. y Jonathan Rosenberg. (2018). Cómo trabaja Google. 2° ed. México: Aguilar. 

 

Rodríguez B., R. (2019). Estrategia de negocios y finanzas. México: INHALT



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