Escrito por: Lic. Gerardo Romero Tozcano, Director de la Licenciatura en Mercadotecnia UNLA.
Seguro has escuchado la frase “los datos son el nuevo oro”. Y no es exageración. Hoy las marcas más poderosas del mundo como Google, Amazon, Netflix o Spotify no solo venden productos, también viven de la información que generan sus usuarios.
Pero ojo: los datos por sí mismos no valen nada. Igual que el oro, hay que “minarlos”, procesarlos y darles forma para que realmente tengan valor.
Entonces… ¿qué es Data Driven Marketing?
Es tomar decisiones de mercadotecnia basadas en datos reales y no solo en corazonadas. Es como tener un mapa que te guía hacia lo que tu consumidor realmente quiere.
Ejemplos hay muchos:
Netflix sabe qué recomendarte porque analiza todo lo que ves y lo que abandonas.
Amazon te sugiere justo lo que estabas pensando comprar gracias a tu historial.
Spotify Wrapped convierte números en una experiencia divertida que todos queremos compartir.
Lo bueno es que no siempre se trata de cosas lejanas o súper técnicas. Los datos están más cerca de lo que pensamos:
Demográficos: edad, género, lugar de residencia.
Conductuales: lo que clickeas, buscas o compartes.
Transaccionales: tus compras, métodos de pago, frecuencia de consumo.
Emocionales: lo que opinas en redes, lo que te gusta o molesta.
Incluso en proyectos universitarios usamos datos valiosos: encuestas, focus groups o métricas de redes sociales.
¿Por qué son tan importantes los datos?
Porque nos dan ventajas que antes eran impensables:
Precisión: dejamos de adivinar lo que quiere el consumidor.
Segmentación: llegamos a la persona correcta, en el momento correcto.
Optimización: usamos mejor los recursos, invertimos menos y logramos más.
Predicción: nos permiten adelantarnos a tendencias y cambios en el mercado.
Claro, también hay retos:
La privacidad de la gente, que cada vez exige más cuidado.
El exceso de información, porque big data sin un buen análisis es como tener toneladas de oro sin saber fundirlo.
Y lo más importante: recordar que cada dato representa a una persona real.
Estoy convencido de que el mercadólogo del futuro será tanto creativo como analítico. Los datos son el nuevo oro, pero nosotros somos quienes les damos brillo.
Así que la próxima vez que pienses en una campaña, pregúntate: ¿Qué datos tengo y cómo puedo usarlos para hacer una estrategia más efectiva?
Ahí está la verdadera diferencia entre improvisar y diseñar mercadotecnia que conecta.
