Por: Susana Montserrat Piñón Canchola, Christián Alberto Cueto Aguilar y Yair Boyzo García.
Para continuar con la descripción de algunos estilos arquitectónicos, y cerrar este tema que surgió como un ejercicio de clase de la materia Creación y Comunicación Arquitectónica II, a cargo de la maestra Karla Alejandra Molina Pineda, ahora trataremos de explicar de manera muy breve las características de los estilos Mexicano Contemporáneo, Brutalista e Introspectivo, esperando que las dos lecturas anteriores y esta sean del agrado de ustedes.
Mexicano Contemporáneo
Este estilo se posiciona como uno de los más destacados en nuestro país, por adquirir inspiración de nuestra herencia cultural; por buscar lograr una relación entre texturas, colores y dimensiones; por conectar al hombre con su entorno; y por ocupar espacios aparentemente vacíos con contrastes surgidos de manifestaciones arquitectónicas y artísticas de las diferentes regiones de México. Muestra un enfoque general de simpleza, y al mismo tiempo realza puntos muy específicos con obras de arte, jardinería, materiales y elementos de construcción y decoración muy característicos.
Es interesante la idea de enfocarnos, en estas obras, en áreas amplias llenas de experiencias sensoriales, en espacios a los que se les puede sacar el máximo provecho posible al propiciar el acceso de luz natural, con el uso de grandes ventanales que se abren hacia zonas de jardín, para que esto aporte algo de color a la neutralidad del interior. Al mismo tiempo que apoya a la economía local y otorga reconocimiento a las y los artesanos que aportan sus creaciones a este estilo arquitectónico, al final de cuentas lo que la arquitectura mexicana contemporánea intenta lograr es la unión de lo actual con lo tradicional, buscando así un impecable balance y alto atractivo visual.
Brutalismo
Posteriormente al Movimiento Moderno, impulsado principalmente por Le Corbusier, la arquitectura brutalista o brutalismo surgió en Inglaterra en el año 1954 a partir del diseño de edificios populares que incorporan el uso de concreto aparente, extendiéndose rápido hacia los demás países europeos y luego, en los años sesenta y setenta lo hace de manera global, perdurando hasta el día de hoy en que se siguen creando obras apegadas a este estilo.
El brutalismo se caracteriza principalmente por usar el concreto al descubierto para resaltar la fortaleza y seguridad de la mayoría de los elementos con los que se conforman los edificios de este estilo, destacando los volúmenes grandes, robustos y lisos, así como las figuras geométricas cuadradas o cuadrangulares muy amplias, entre otras, teniendo como uno de sus objetivos cuestionar los valores estéticos de la arquitectura demasiado elaborada o rebuscada, cargada de demasiadas formas y elementos.
Su intención es expresar la belleza arquitectónica no solo al destacar las propiedades de los materiales o el uso de formas complejas, sino también al enfatizar la firmeza de la propia estructura, tanto al exterior, como en el diseño y decoración al interior, para obtener sensación de armonía, buena luminosidad, amplitud, y sobre todo una relación muy estrecha entre lo que se ubica afuera con lo que hay dentro de estos edificios.
Introspectivo